¿En qué consiste investigar la competencia desleal del trabajador?
La competencia desleal del trabajador puede manifestarse de múltiples maneras. Las más habituales son desde una posición de indisciplina o desobediencia en el trabajo por parte del empleado hasta faltas de respeto. Seguidamente podemos ver ofensas, agresiones, cuadros de desidia o bajo rendimiento, o incluso situaciones que hacen peligrar la continuidad del negocio. En otras ocasiones hemos presenciado fugas de información o competencia desleal.
La indisciplina o desobediencia en el trabajo resulta una cuestión susceptible de ser investigada. Pueden existir determinados tipos de empleado que se dediquen a transgredir sistemáticamente una o varias de las normas establecidas por la empresa. A veces, su incumplimiento puede llevar añadido un riesgo para la seguridad de las personas o los bienes de la compañía. El no uso de los elementos de prevención de riesgos laborales facilitados por la compañía, como casco o calzado de seguridad, o fumar en áreas no permitidas pueden ser casos demostrables de competencia desleal del trabajador.
El no realizar determinadas tareas decretadas por algún superior puede suponer también un acto de indisciplina o desobediencia. Del mismo modo, no revisar sistemáticamente ciertos elementos dentro de un proceso de producción, etc. Otra de las causas que motivan regularmente la contratación de un investigador privado para demostrar la competencia desleal trabajador, es la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo por parte del empleado.
¿Cómo investigar la competencia desleal del trabajador?
En este caso, el interés es materializar o documentar por medio de un informe de investigación la improductividad del empleado. De esta manera se podrá demostrar conductas de competencia desleal del trabajador. Una de las circunstancias que suelen repetirse hoy día es que muchos empleados consumen gran parte del tiempo de trabajo en consultar o interactuar en las redes sociales. Bien a través del ordenador o en su propio Smartphone.
El estar permanentemente conectado está provocando un uso desmedido y en ocasiones adictivo de estas tecnologías. Esto produce una falta de concentración en las labores asignadas en el puesto de trabajo, y una distracción que, indudablemente, repercute negativamente en el rendimiento.
Existen razones más delicadas para investigar competencia desleal del trabajador. Sobre todo, aquellas que pueden repercutir en la seguridad de las personas o de los bienes de la empresa. La embriaguez habitual o toxicomanía por parte de algún empleado, es un asunto que puede acarrear graves problemas no solo en el trabajo, sino al resto de los consumidores o usuarios.
Demostrar, por ejemplo, que un conductor de autobuses consume habitualmente alcohol en grandes cantidades es esencial. Dicho trabajador presenta un riesgo latente, no solo durante su consumo, sino en las fases posteriores de embriaguez (resaca). Su malestar puede provocar un apaciguamiento del sistema nervioso, con pérdida de reflejos, y la disminución de otras capacidades, etc. Acudir al puesto de trabajo padeciendo los efectos de haber consumido grandes cantidades de alcohol el día anterior, puede servir para argumentar un despido disciplinario.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de investigar competencia desleal del trabajador?
Algunas de las causas más habituales que pueden indicar que tenemos en la empresa un empleado desleal son las siguientes:
- Extralimitación de funciones por parte del empleado
- Apropiación indebida de bienes, hurtos internos
- Uso no autorizado de medios y herramientas de la empresa
- Uso indebido de dispositivos móviles
- Cuadros de coacción a la empresa o a otros empleados
- Concurrencia desleal
- Engaño reiterado y falsedad
- Disminución del rendimiento de trabajo
- Negligencia en el desempeño de tareas
- Fugas de información
- Simulación de situaciones de incapacidad laboral
También pueden ser investigadas como competencia desleal del trabajador, las ofensas verbales o físicas. Tanto por parte del empleado hacia terceros, o incluso por parte del empresario hacia sus empleados. En el primer caso por los perjuicios que puede causar en una empresa tener a un empleado hostil o conflictivo, cuyo comportamiento puede contribuir a que se genere un mal ambiente de trabajo, con las nefastas consecuencias que ello genera, o incluso repercutir en una imagen negativa de la marca, con el consecuente daño comercial. A veces este tipo de conductas derivan en situaciones más graves como agresiones físicas.